Azul S.A., la aerolínea líder de Brasil, ha iniciado una reorganización financiera proactiva bajo el Capítulo 11 en los Estados Unidos.
Es importante indicar que, este movimiento estratégico busca fortalecer su futuro financiero y no es una señal de problemas operativos.
La compañía ha firmado Acuerdos de Apoyo a la Reestructuración con socios clave como sus bonistas, AerCap (su mayor arrendador) y las aerolíneas United y American Airlines. Estos acuerdos buscan una desapalancamiento significativo y generación de flujo de caja positivo.
Lo más importante: Azul seguirá volando normalmente. Los vuelos, clientes, tripulantes y compromisos se mantendrán durante todo el proceso.
John Rodgerson, CEO de Azul, afirmó que estos acuerdos marcan un paso crucial para «emerger como líderes del sector», optimizando su estructura de capital impactada por la pandemia y problemas de la cadena de suministro.
Azul ingresa en Capítulo 11
El Capítulo 11 es un proceso legal que permite a las empresas reestructurar su balance mientras continúan operando. Azul lo usará para:
- Eliminar aproximadamente $2 mil millones de deuda.
- Reducir obligaciones de arrendamiento.
Optimizar su flota.
El objetivo es salir del proceso con mayor flexibilidad y una estructura financiera más sostenible.
Un enfoque único y respaldado
A diferencia de otras reestructuraciones en la región, Azul ya cuenta con acuerdos previos con sus socios clave. Esto incluye un compromiso de financiación DIP (Deudor en Posesión) de aproximadamente $1.6 mil millones, que inyectará $670 millones de capital nuevo para reforzar la liquidez.
Al finalizar, la financiación DIP se pagará con una Oferta de Derechos de Acciones de hasta $650 millones, respaldada por los socios, además de una inversión de capital adicional de hasta $300 millones de United Airlines y American Airlines.
Ambas aerolíneas, a través de sus ejecutivos, han expresado su confianza y compromiso con el futuro de Azul, destacando su liderazgo en Brasil y su red de rutas única.
Azul ha presentado peticiones ante el tribunal para garantizar la continuidad de las operaciones, incluyendo salarios y beneficios de tripulantes, boletos y beneficios de Azul Fidelidade para clientes, y pagos a proveedores críticos.
John Rodgerson concluyó: «Saldremos de este proceso aún más fuertes y mejor posicionados para continuar conectando Brasil como ninguna otra aerolínea y ofreciendo el mejor servicio y valor a los Clientes».
Esta reestructuración es un paso proactivo y estratégico para asegurar un futuro próspero para Azul.
