Experiencia en el Polylepis Lodge

Un recorrido por un lugar diferente y recomendable de visitar, el Polylepis Lodge es un atractivo turístico en Ecuador que se debe conocer

En esta entrega, hablaremos sobre cómo se vive la experiencia en este mágico lugar, tips sobre qué ropa llevar y dónde está ubicado el Polylepis Lodge que nos ofrece un turismo diferente, en un entorno natural único en Ecuador.

Post escrito por Sil
Instagram: @sil31d
Con fotos de Sil y Nicolás

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Altitud

3.185 metros.

Ubicación

Se encuentra en la reserva ecológica El Ángel, a 36 kilómetros de Ibarra y a 184 kilómetros al norte de Quito.

Equipo

Ropa abrigada, chaqueta gruesa, sweater/saco grueso, pantalón de excursión (si es imposible impermeable), medias altas, zapatos para trekking, botas de caucho altas, poncho de agua, gorra y guantes de invierno, gafas de sol, protector solar, dinero (se aceptan tarjetas de crédito y débito).

Tiempo y ruta

Se toma una ruta hacia Tulcán pasando por Ibarra, desde Quito toma aproximadamente 4 horas en auto.  Como recomendación, el auto tiene que ser alto, ya que para llegar al lodge se toma una carretera alterna de tierra cuesta arriba que en días lluviosos puede ser difícil de ascender.

Al llegar, el auto se queda estacionado a la entrada del lodge, alrededor de varios árboles de Polylepis.  Estos árboles son fácilmente identificados por sus troncos con capas de color café rojizo. Este árbol se encuentra mucho en climas de páramo y de altura.

Día 1

Se camina unos 7 metros hasta una casa grande donde se encuentra la recepción. Al entrar, el ambiente se torna en un lugar cálido con una chimenea grande, calefactores en diferentes áreas y un mini museo de artefactos pre-coloniales encontrados en esta zona.

A uno le da ganas de quedarse todo el día acostado en uno de los sofás, viendo el mundo pasar tras los grande ventanales de esta sala de estar o pasar el tiempo jugando con el jenga extra grande.

Es recomendable llegar un poco antes de las 10.00 am ya que para las 10:30 am la primera excursión comienza.  Se cambia los zapatos por botas de caucho (gratis y disponibles en todas las tallas) para seguir un camino natural, entre árboles de polylepis, y bosques húmedos hasta llegar a una laguna.  

Los terrenos son de tierra si esta el clima seco, pero si llueve se pueden hacer lodazales y es ahí cuando las botas de caucho ayudan bastante, ya que hay tramos que las botas se pueden hundir hasta un poco antes de la rodilla.

Nuestro recorrido incluyó una lluvia persistente, y fue ahí donde el poncho de agua nos habría venido muy bien, la caminata dura aproximadamente 2 horas, una de ida y una de vuelta.  

Caminamos por terrenos llenos de lodazales, hasta llegar a un segundo punto que era una cascada hermosa en medio del páramo.

Continuamos cuesta arriba y llegamos a un punto de vista panorámico, en medio de naturaleza que jamas habia visto de tan cerca para apreciar un cuadro natural hermoso, con niebla pero alrededor de mucha naturaleza, donde el aire se respira fácilmente y no se escucha más que la paz del lugar.

El descenso de la montaña comienza y para el regreso hacia el lodge, pasamos nuevamente montaña abajo por lugares llenos de lodo, hay que bajar con mucha precaución hasta llegar a una planicie.

El terreno es mojado, pero nuestra botas se hundían en agua a cada paso, el guía nos recomendó ir pisando antes de poner todo el peso ya que algunas son ojos de agua.  

Cuando de repente, comenzó una vez más a cambiar el escenario a un bosque de Polylepis tupidos y entramos de nuevo a la ruta inicial del tour que nos conduciría de vuelta al lodge.

Entramos al área de recepción, y habían estratégicamente encendido la chimenea, que nos ayudó a secarnos a todos los aventureros que estábamos empapados por la lluvia de la excursión.  Ahí el chico nos ofreció un té de una planta de páramo que sirvió para animarnos después de tanto frío.

A la hora de la cena, el restaurante es una especie de casa cerca de recepción, con un ambiente acogedor, todas las mesas en madera y dos estufas grandes que van calentando el lugar.  La comida es típica de la región, siendo la papa, su base tradicional.

Después de la cena alrededor de las 7:00 pm, comienza la excursión de la noche, la cual dura más de 30 minutos ida y vuelta.  El tour de las antorchas & los duendes.

Se toma un camino dentro del bosque de Polylepis, y al llegar a un árbol específico el guía comienza a contar una historia folclórica de de la zona que toma lugar en ese lugar en el bosque.  La historia es de amor, obsesión y suspenso con la recomendación final de dormir con la puertas bien cerradas, por si acaso se recibe una visita inesperada en la noche.

Al regresar, hay la opción de regresar al area de recepción para relajarse y ver TV o regresar directamente a la cabaña.  A nuestro regreso a la cabaña, el Jacuzzi había sido llenado con agua de páramo, una agua amarillenta y un poco turbia, pero en la temperatura ideal para poder descansar del largo trajín del día.

Las camas cuentan con mantas de tela polar eléctricas que ya nos habían dejado conectando así al entrar a la cama, no existiera ese frío húmedo que se cuela en la ropa en ese clima.

Día 2

En nuestra experiencia, pasamos solamente una noche en el lodge, por lo que en la mañana siguiente, salimos al desayuno al restaurante, una vez más con una selección de panes, huevos cocinados al gusto, café y jugo fresco. 

Emprendimos nuestro regreso a Quito, pero sin duda nos quedamos con una muy grata sensación de haber conocido algo diferente, en un ambiente muy relajante, con aire puro, un gran servicio al cliente, excelente comida y que de seguro volveremos pronto.

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