Así se puede conocer Iguazú en dos días

En esta guía les contamos cómo y que sí se puede conocer Iguazú en dos días, visitando tanto del lado argentino como del lado brasileño.

Si estás planeando visitar Argentina, y tiene suficiente tiempo para poder alargar tu viaje, o todavía estás en planes, pues esta guía te puede ser muy útil para planear tu viaje corto hacia la hermosa zona de Iguazú.

Post escrito por Sil – Instagram: @sil31d
Con fotos de Sil y Nicolás

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Primeramente, hay que planear el viaje que nos llevará a la hermosa ciudad de Buenos Aires, una de esas ciudades que nunca duermen.  Mucho lugares para visitar como el centro con el Palacio Presidencial Casa Rosada, los teatros, museos, shows the tango, y su comida que es de una carne envidiable.  Si hay poco tiempo, pues lo mejor es tomar el City Tour con el Buenos Aires Bus que nos lleva por toda la ciudad recorriendo los sitios icónicos, e ir bajando en los que a uno más llamen la atención.

Asistir a un show de tango es imperdible.

La ida hacia Iguazú

Para llegar a Iguazú hay que viajar a la provincia de Misiones, donde la ciudad Puerto Iguazú está situada. Nosotros conseguimos pasajes de $30 dólares por persona a un mes del viaje, con la aerolínea argentina low cost Flybondi que es una aerolínea de bajo costo que programa sus salidas desde el tercer aeropuerto de Buenos Aires, el Palomar.

Buenos Aires tiene muchísimo que ofrecer.

Nos quedamos en un hotel en el centro de Buenos Aires, así que para llegar al aeropuerto conseguimos un taxi que nos cobró aproximadamente $23 dólares incluido los peajes. Hay más opciones que las pueden revisar en este post.

El aeropuerto es modesto y pequeño pero por fuera muy lindo, está rodeado de árboles y zonas verdes abiertas que los viajante disfrutan más cuando hay sol en la ciudad.  Por dentro todo es blanco, con un pequeño bar y con señal de Wi-Fi abierta. Se pasa por filtros de control, a una sala de espera pequeña. El servicio del avión, al ser low cost, es básica donde se ofrece snacks a la venta durante el vuelo.  Se permite llevar una maleta de mano y se cobran por las maletas que van en bodega. El vuelo tuvo una duración de aproximadamente 2 horas y tuvo un retraso de 6 horas aproximadas (tomando cuenta el precio de cada pasaje, pues no dolió tanto el retraso, pero sí falló el servicio de atención al cliente de la aerolínea).

Iguazú

El aeropuerto de Puerto Iguazú es un lugar modesto, de tamaño mediano, pero con mucho movimiento.  Al salir teníamos a una personal del hotel esperándonos, quien era un taxista confiable de la ciudad. Nos recibió y llegamos en 30 minutos a la ciudad, pasando por carreteras donde se podía ya ver extensa selva en sus alrededores.

Parte de la fauna que se puede ver en Iguazú.

La ciudad tiene un aire acogedor, con un clima cálido-húmedo que es muy típico en las ciudades de la selva.  Hay calles con restaurantes, varios hoteles de diferentes categorías y mucho movimiento. Al llegar al hotel, el Sr. Martín (en este número lo pueden contactar por WhatsApp: +54 9 375 746-0587) nos preguntó nuestros planes del día siguiente, nos ayudó con su número celular y él fue nuestro guía turístico en todos lo recorridos.

Recomendación

• Llevar ropa ligera, el clima es cálido-húmedo y dependiendo de la época del año puede hacer mucho calor con sol, o lluvia y alta humedad.

Día 1

Comenzando temprano en la mañana, contábamos con un solo día para conocer las cataratas, y nos propusimos ir al lado argentino y al lado brasileño en un solo intento.  Nuestro guía turístico, Martín, nos recogió del hotel a las 7 am, y llegamos a las cataratas argentinas en aproximadamente 25 minutos despúes. Al llegar, había poca gente, se compra una entrada de $480 pesos ($11 USD) por persona (el precio puede cambiar según la nacionalidad).  Todo el complejo es un parque ecológico, donde la recomendación es ir primero al stand de información donde se emite un turno en papel para tomar el tren ecológico que nos llevaría al atractivo principal del parque: la Garganta del Diablo.

Así es el camino hacia la Gargante del Diablo.

Las estaciones de este tren son simples, y ahí se puede encontrar un minimarket y baños, así mismo hay que tener cuidado con la comida que se lleva ya que hay coatíes que están siempre al acecho por comida que les caiga del cielo.  El tren se asemeja a los trenes pequeños que te llevan del parqueadero al parque en Disney, totalmente abierto y pasa por cada estación cada 30 minutos.

Una familia de bebés coatíes junto a Sil, se los ve por todos lados.

Al llegar a la estación de la garganta del Diablo, caminamos por senderos entre la selva, y algunos hechos por estructuras metálicas altas, para no molestar a la fauna de este lugar.  La caminata es de aproximadamente 25 minutos, y se observa muchos pájaros, se atraviesa ríos de agua cristalina, donde se pueden ver peces de colores, tortugas, y pájaros alimentándose, realmente es un espectáculo en todo el camino.

El sonido de la caída de agua comienza a aumentar considerablemente cuando uno se aproxima a la famosa Garganta del Diablo, y al acercarse ya se siente una fina llovizna que va cayendo por todos lados, es un mirador extenso donde se pueden sacar fotos increíbles.

Primer encuentro con la Garganta del Diabo, el mayor caudal de las cataratas del Iguazú

La vista, es obviamente maravillosa, se ve la catarata más alta cayendo a muchos metros y uno acaba mojado, pero feliz.

Vista panorámica de la Garganta del Diablo.

Teníamos que seguir nuestro camino hacia el resto del parque así que tomamos el tren una vez más hacia el punto de partida.  En la estación principal, hay recorridos por los circuitos bajos de las cataratas y circuitos altos que conllevan senderos ecológicos de caminatas donde se va apreciando diferentes caídas de agua de puntos altos y bajos.  El recorrido es extenso, cada circuito toma aproximadamente de 30 a 40 minutoss con paradas para fotos y descansos. Se sigue viendo el paisaje increíble de mil ángulos con caídas de agua y selva.

Arcoiris se forman constantemente junto a la Garganta del Diablo.

Ya pasado el mediodía, seguimos nuestro recorrido en el taxi hacia Brasil.  Con nuestros pasaportes en mano pasamos migración terrestre, y fuimos rumbo a las Cataratas Brasileras de Iguazú.  Igualmente, se llega a un complejo, donde la infraestructura cambia, se paga la entrada al parque de $53 reales (13 USD) por persona (puede cambiar según nacionalidad) y al entrar se toma un autobús de dos pisos, muy colorido, que va haciendo varias paradas a diferentes actividades dentro del parque.  La última parada nos lleva a los senderos para observar las cataratas desde el frente, osea las que vimos de primer plano en Argentina, aquí las vemos con más distancia y en senderos casi todos descendientes. Una vez más, muchos ángulos para disfrutar de este espectáculo natural.

Después de una larga caminata, regresamos al servicio de bebidas del Hotel Belmond justo frente a las Cataratas, un lugar único donde tomar algo fresco, disfrutar de la vista y sentir el paisaje.  Seguimos de vuelta en el bus, a la parada de la mitad donde se entra a un lugar que ofrece los famosos paseos en bote de goma bajo las cataratas que se dominan el Macuco Safari que por $238 reales ($61 USD) por persona se toma un jeep entre la espesa selva por aproximadamente 15 minutos con un gua que nos comparte mas información sobre las plantas y animales que habitan ahí.

La bajada en funicular hacia el río Paraná para el paseo en bote del lado brasileño.

Se llega a una estación de madera, en donde es recomendable poner todos los efectos de valor, que no sean resistentes al agua dentro de casilleros pagados que tienen en las instalaciones. Hay vestuarios para ponerse ropa de agua, y se recomienda ir al bote descalzo. Ya listos, bajamos por un funicular a la orilla del río, donde se toma el bote, para partir a la aventura.  El bote es muy veloz, es difícil incluso tener la gafas de sol en la cara, y va haciendo piruetas de velocidad en el agua, unos 10 minutos después llegamos a la primera caída de agua donde el bote se acerca lentamente al agua hasta que todos los que estamos en el bote quedamos empapados. Se repite esto varias veces mientras le toman fotos, y la gente grita de la emoción. Es una experiencia aventurada, pero muy divertida que dura aproximadamente todo el trayecto ida y vuelta unos 45 minutos.

En el lado brasileño hay un Boeing 737-200 junto a la carretera, hermoso para quienes somos AvGeek.

Ya cuando se termina la aventura, regresamos a la puerta principal ya que el parque estaba cerrando sus puertas por el día.

Recomendación

• Llevar mucha agua, las caminatas pueden ser muy extensas en medio del calor.  Además, utilizar zapatos cómodos y que se puedan mojar, y si van a hacer los tours de bote de goma es mejor llevar ropa extra para cambiarse después y guardar todo lo de valor en los casilleros que costaban 15 reales (aprox. $4 USD).

Día 2

Comenzando muy temprano otra vez para poder aprovechar al máximo, nuestro tour empieza cruzando una vez más la frontera entre Argentina y Brasil para dirigirnos a la famosa hidroeléctrica de Itaipu.  Se dice que fue la represa más grande del mundo (China ya le ganó), y es una colaboración entre los gobiernos brasileños y paraguayos. El tour comienza pagando una entrada de 42 reales ($11USD) por persona por el tour básico en donde nos trasladaron a un auditorio para ver un video de la historia, planeamiento y razones que dio partida al proyecto, esto duró alrededor de 20 mins.  Al terminar, abordamos autobuses abiertos de dos pisos para comenzar el recorrido con una grabación que nos iba contando punto a punto lo que íbamos observando. La represa de la hidroeléctrica está localizada en un parque de varias hectáreas, donde en el trayecto se pueden apreciar pájaros, capibaras, tiendas de bebidas y recuerdos.

Vista de la enorme represa eléctrica.

En la última parada del bus, llegamos a las orillas del Río Paraná donde hay un restaurante al estilo buffet donde se puede disfrutar de la comida y bebidas brasileras con vista al enorme rió – lago.  Una experiencia muy relajante.

Cuando se visita la represa, hay momentos en los que se pasa geográficamente al lado paraguayo y rápidamente se regresa a Brasil. Ciudad del Este al fondo.

Este tour es interesante para alguien interesado en una visita general del lugar, sin embargo si hay tours más a profundidad donde incluso pueden entrar a las oficinas y ver la maquinaria desde adentro.

Recomendación

• Ropa ligera es la mejor opción, el calor húmedo siempre es agobiante, mismo que no se camina mucho en este punto.  Se puede almorzar en los clásicos buffets brasileños en la última parada de este tour.

Después de estos dos intensos días queda comprobado que sí se puede visitar y conocer Iguazú en dos días, claro, hay muchas más opciones por conocer, pero esta es una idea que hicimos contra el tiempo y que puede servir como referencia para aquellos que también cuentan con un tiempo limitado.

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