A Associaçãoón Internacional de Transporte Aéreo (IATA) públicoó criterios para la toma de pruebas COVID-19 no processo de viagem.
En el nuevo reporte de IATA y que presento a continuación, a associaçãoón habla de las potenciales medidas que los gobiernos puedan introducir para requerir toma de pruebas de COVID-19 para los viajeros que llegan de países considerados de alto riesgo, se este fosse o caso, las pruebas deben ofrecer resultados ráeu pergunto, poder realizarse a escala y operar con tasas de precisión muy altas. Además, las pruebas deben ser rentables y no crear una barrera económica o logística para viajar.
La toma de pruebas de COVID-19 no deberían ser una condición necesaria para reabrir fronteras o reanudar los servicios aéprisioneiros.
La tecnología para las pruebas rápidas de reacción en cadena polimerizada (PCR) en el punto de llegada podría ser una capa útil de protección para los viajeros de países considerados de mayor riesgo, eliminando potencialmente la necesidad de medidas más onerosas e intrusivas como la cuarentena, que es una barrera importante para viajes y recuperación de la demanda.
Como parte do processo de viagem, las pruebas de COVID-19 tendrían que ser realizadas por funcionarios de salud pública capacitados y cumplir con los siguientes criterios:
- Velocidade: los resultados de las pruebas deben entregarse rápiedosamente, con resultados disponibles en menos de una hora como estándar míVOCÊ.
- Escala: se os testes forem realizados no aeroporto, capacidade de teste de várias centenas de testes por hora deve ser alcançada. El uso de saliva para tomar muestras en lugar de hisopos nasales o de garganta facilitaría esto y también se espera que reduzca el tiempo y mejore la aceptación de los pasajeros.
- Precisión: la precisión extremadamente alta es esencial. Os resultados falsos negativos e falsos positivos devem estar abaixo do 1%.
¿Dónde encajan las pruebas en el proceso de viaje?
Idealmente, la prueba COVID-19 se requeriría antes de la llegada al aeropuerto y dentro de las 24 tempo de viagem. Los pasajeros que llegan “listos para volar” reducen el riesgo de contagio en el aeropuerto y permiten la reubicación anticipada para cualquier viajero que dé positivo.
Se a evidência for necessária como parte do processo de viagem, é recomendável verificar. Los gobiernos tendrían que reconocer mutuamente los resultados de las pruebas y la transmisión de datos debería llevarse a cabo directamente entre los pasajeros y los gobiernos de manera similar a como se manejan actualmente los permisos de visa electrónica.
Qualquer requisito de teste só deve estar em vigor enquanto for necessário. para garantir isso, se deben realizar evaluaciones periódicas.
¿Quemén debe pagar?
El costo es una consideración importante. Las pruebas deberían facilitar los viajes y no proporcionar una barrera económica. Con las pruebas en algunos destinos europeos que cuestan más de $200, esta es una preocupacióde verdade. La IATA respalda el Reglamento Sanitario Internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) exigir que os governos arquem com os custos dos exames de saúde obrigatórios. Quando um teste é oferecido voluntariamente, deve ser cobrado a preço de custo.
¿O queé sucede cuando alguien da positivo?
Idealmente, las pruebas se llevan a cabo antes del viaje o en el punto de partida y un resultado positivo significaría que el pasajero no podría viajar según lo planeado. Neste caso, os aerossóisíneas han estado ofreciendo flexibilidad a los consumidores. Esto incluye una nueva reserva o reembolsos de acuerdo con la política comercial de la aerolínão. Muchas aerolíneas ofrecen la misma flexibilidad a los pasajeros que sospechan que tienen síntomas consistentes con COVID-19, comoí como a los miembros del mismo grupo de viaje, especialmente quando são membros da mesma família.
Se o teste for obrigatório na chegada e um passageiro testar positivo, então o passageiro deve ser tratado de acordo com os requisitos do Estado receptor. No se debe exigir a las aerolíneas que repatrien a los pasajeros o que se les “castigue” com sanções financeiras, como multas ou sanções operacionais, como a retirada do direito de operar no mercado.
